No mereces nada

No has visto como la nada a tu alrededor
se convertía en una fina película de humedad
que te impedía deambular con normalidad.
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No has escuchado canciones eternas de tres notas,
ni has degustado cuadrantes de piel salvaje,
ni glorias pasajeras, ni despropositos humillantes.
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No has hecho casi nada.
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Y sin embargo, parece que lo roces todo,
parece que delicadamente lo impregnes todo.
A veces sutilmente, a veces como un animal
que destroza la corteza de un árbol,
con sus garras y su espalda.
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No has hecho casi nada,
de lo que resulta tan fácil para mi.
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Porque supongo que realmente, no lo mereces.
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