miércoles, 28 de septiembre de 2011
Oscar Wilde
Y CONOCERÁS A LOS DIOSES
hoy me he levantado con torticolis sexual,
no soporto levantarme tan temprano.
el agua sabe más fría,
y la ropa está humeda,
el desayuno no es el de un rey,
y cuando salgo a la calle,
pierdo el control absolutamente.
cuando entro en el metro,
cruzo los dedos gordos de los píes
y frunzo los labios en un delgada linea
que expresa mi descontento.
es entonces cuando pienso que si cierro los ojos,
me haré pipi.
los veo a todos como saltamontes,
como brujas desdentadas y despeinadas,
como pederastas demoníacos,
los veo como serpientes bicéfalas.
cantando todos un vieja canción,
sucia y distorsionada.
me buscan, pero yo tengo trucos,
conjuros, amuletos, runas.
no me pillarán jamás,
no me pueden hacer ningún daño!
porque yo soy
el señor del metro!
dentro de un millón de años
todos habrán desaparecido,
pero yo seguiré aquí,
imperturbable y firme...
como el dios que soy.
STASIS - CATARSIS
los ruidos,
sordos,
martillean, timbrean,
con la insoportable cadencia de un reloj
de doscientas toneladas.
puro, exacto, imperturbable y atómico.
alejados del característico tic tac, tic tac
cada vuelta del mecanismo provoca un ruido
profundo, sobrecojedor.
que contrasta salvajemente con el bombeo acelerado
de mi corazón.
el tiempo se ralentiza, casi se detiene,
disfruto ese momento,
para instantes después, cerrar los ojos
y sentirme ser,
prevalecer, liviano y consciente.
cerca del destello final
que cubrirá la existencia
con mi esencia vital.
Incorrupta y diafana,
sin mácula.
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